Y LLEGÓ, ILUMINANDO LA CIUDAD....
Lo queramos o no ya está aquí, para unos es alegría, para otros tristeza, algunos la viven a tope y en cambio otros, preferirían que diera un salto el calendario y nos plantásemos en mitad de Enero, pero lo cierto y verdad es que la Navidad no nos deja nunca indiferentes.
Los niños muestran sus caras mas ilusionantes, los mayores añoran pero cantan villancicos y toman palomitas de anís por las mañanas, para aclarar la voz....
Los comercios hacen su agosto porque queramos o no el consumo sube, aunque la crisis no nos deje todo lo que quisieramos, los belenistas y artesanos nos hacen vivir por unos días en el Belén de serrín y musgo, de rio de papel de plata y corcho, y de un Niño Jesús nacido entre pajas, y que nos sabe a infancia, deseos, ilusión, cuando bajaban la caja de cartón del altillo y nos dejaban poner los animales del portal, los pastores, las lavanderas y lo más .... los Reyes Magos en sus camellos, que cada día ibamos acercando poco a poco al portal.
Y las ciudades se visten de colores, de árboles luminosos, de cadenetas, de luz y sonido, invitándonos a pasearlas, a disfrutarlas, a vivirlas durante unos días engalanadas de Fiesta.
Y aprovechando este ambiente, mi preciosa amiga Rocío me dejó fotografiarla en nuestra ciudad, Sevilla. Con ella y con las luces se creó la magia de la Navidad.
Gracias Rocío, siempre es un placer compartir contigo ratos de fotografía y risas.
Y como no puede ser de otra forma, esta entrada tiene que ir acompañada de un villancico, de uno de esos que a todos nos hace recordar las Navidades de toda una vida...
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